Polenta

La Polenta es un plato a base de maíz típico de las regiones del norte de Italia (especialmente en las zonas de los Alpes) y que generalmente se suele consumir en invierno, aunque nada impide prepararlo durante todo el año!
Básicamente se trata de harina de maíz con agua y sal que se cocina a fuego lento hasta obtener una crema espesa y que luego se condimenta según el gusto de cada uno con diferentes salsas, quesos, carnes, verduras...
El origen de esta preparación es muy antigua, algo parecido se solía preparar ya antes de la época romana, pero se utilizaban otros cereales como por ejemplo espelta, trigo, mijo o centeno. Después del descubrimiento de América, el maíz junto a otros alimentos, fueron introducidos en Europa y de hecho cambiaron la dieta de los habitantes del viejo continente que sin embargo siguieron cocinando los nuevos productos según sus antiguas recetas.
Este fue el caso de la Polenta que, de ancestral receta a base de diferentes cereales, hoy en día en Italia se identifica como una preparación a base de maíz casi por antonomasia.
Si volvemos la mirada hacia atrás, vemos (como a menudo pasa en la historia de la gastronomía) que la Polenta fue un plato de los pobres, pues llenaba mucho con muy poco gasto. Hoy en día sigue siendo un plato barato, aunque se haya convertido en algo gourmet que en los restaurantes sirven de diferentes maneras y puede alcanzar precios elevados dependiendo de los ingredientes que la acompañen (por ejemplo salsas a base de carne, de boletus, de trufa, etc..).
La harina de maíz que se utiliza es de maíz amarillo y se dice “bramata”, termino con que en Italia se indica la harina de maíz obtenida por un molino de piedra y que puede ser más o menos gruesa. Tradicionalmente la Polenta se solía cocinar en una olla de cobre llamada “paiolo” y se mezclaba durante al menos 40 minutos con un bastón de madera. En el pasado era también tradición servir la Polenta sobre una tabla grande de madera que se ponía en el centro de la mesa y cada comensal iba comiendo su porción desde la misma tabla central; es decir que la Polenta era en su misma forma de presentarla en la mesa, una comida que  simbolizaba un momento convival y de unión.
Afortunadamente hoy en día existen en comercio harinas de maíz para Polenta instantáneas que nos ahorran la fatiga de estar mezclando durante una hora, aunque los puristas ya estarán regañando! jaja!! Mi padre por ejemplo sigue preparando la Polenta según el método de la “antigua escuela” mezclándola durante una hora, pero yo no tengo sus músculos y os confieso que no puedo, así que utilizo harina instantánea y bueno, tampoco sale mal.
En Italia la Polenta suele ser un plato principal, pero en pequeñas porciones puede ser también un entrante o, dependiendo de cómo se sirva, inclusive puede sustituir el pan.
La receta que os paso a continuación es de Polenta con Salsa de Setas y Longaniza, pero repito, cada uno puede condimentarla como prefiere, ésta es tan sólo una sugerencia mía.

Ingredientes (para 2-3 personas):

250 gr. de harina de maíz para Polenta
1 l. de agua
sal c.b.

Para la Salsa de Setas y Longaniza:

Receta detallada aquí.

Preparación:

En una olla ponemos a hervir el agua con la sal. Cuando hierva vertemos poco a poco la harina y contemporáneamente vamos mezclando para que no haga grumos (foto 1). Al principio os aconsejo mezclar con una varilla y luego durante toda la cocción mezclar con una cuchara de madera (mejor si tiene el mango largo, pues la Polenta cuando bulle quema mucho ¡Cuidado!).
Cocinamos a fuego medio/suave hasta que se forme una crema espesa (foto 2).
Como yo utilicé una harina para Polenta instantánea tuve que mezclar durante unos pocos minutos (3 minutos), pero si queréis que salga más rica podéis prolongar la cocción unos minutos más.
Servir en un plato (foto 3) y condimentar con Salsa de Setas y Longaniza (foto 4 y 5) y si os gusta espolvorear con queso Parmigiano Reggiano rallado.

Sugerencias: Podéis condimentar la polenta con diferentes salsas, según vuestros gustos.
Otra opción es verter la Polenta en un molde y dejar que se enfríe (foto 6). Cuando se habrá solidificado se puede cortar en lonchas (foto 7) y freír en una sartén con un poco de aceite. Se puede comer así o también podéis adobarla por ejemplo con queso de cabra, una gotas de salsa de pesto y unos pimientos del Piquillo.
Otra manera de degustarla es poner las lonchas de Polenta sobre una bandeja de horno, poner un poco de mantequilla sobre cada loncha, espolvorear la superficie con queso Parmigiano Reggiano (foto 8) y gratinar en el horno durante unos minutos. Sale exquisita!!

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