Se acerca la Semana Santa y ya vamos pensando en el menú de Pascua. En Italia el lunes después del día de Pascua (conocido también como "Lunes del Ángel, "Lunes de Pascua" o simplemente "Pasquetta") es feriado y generalmente, si el clima lo permite, se suelen organizan pic-nic en los campos rurales o en los parques de las ciudades para disfrutar de una comida al aire libre y para pasar un buen rato entre familiares y amigos. Entre las viandas que nos llevamos en un pic-nic de Pascua nunca falta alguna torta salada. Aquí os paso la receta de la torta de arroz salada que prepara mi madre y que además de ser una buena opción para un pic-nic es perfecta también como entrante, como idea para un buffet o para una fiesta...y se sobra algo ningún problema: ya tenéis la comida lista para vuestra lonchera de los días de trabajo!
Ingredientes:
(para el relleno)
1 taza y medio de arroz
250 gr. de queso ricotta
200 ml. de nata liquida para cocinar
1 huevo
30 gr. de queso Parmigiano Reggiano
un poco de leche
sal c.b., nuez moscada (según gusto)
(para la masa)
250 gr. de harina
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
un vaso y medio de agua
una pizca de sal
Preparación:
Cocinar el arroz en agua salada por unos 10 minutos (no hay que terminar totalmente su cocción). Escurrirlo y enfriarlo bien con agua fría debajo del grifo, eliminando el almidón que va saliendo. Una vez hecha esta operación, ponemos el arroz bien escurrido en un bol, le añadimos el queso ricotta, la nata para cocinar, el huevo, el queso parmigiano, una pizca de sal y la nuez moscada. Mezclamos bien nuestro relleno para la torta y si vemos que es un poco duro le añadimos un poco de leche. La consistencia de este relleno tiene que ser muy cremoso pero no líquido.
Ponemos el bol con el relleno en el frigorífico mientras vamos preparando la masa para la torta.
Para hacer la masa necesitamos una superficie bien limpia y un rodillo. Primero en un bol ponemos la harina, el aceite, el agua y la sal. Mezclamos bien con la mano y si necesario añadimos un poco más de agua. Tenemos que obtener una masa suave y elástica que se pueda trabajar bien (entonces no tiene que ser ni demasiado dura, ni demasiado pegajosa, Foto 1). Estiramos la masa con un rodillo sobre una superficie bien limpia , hasta obtener una oblea redonda de unos 50 cm. de diámetro y un par de milímetros de grosor (entonces hay que estirarla muy bien...fuerza, fuerza!! Foto 2).
Una vez estirada la masa, untamos una bandeja de horno de unos 28-30 cm. de diámetro, ponemos en el centro la oblea de masa y llenamos con el relleno que habíamos preparado (Foto 3). Igualamos el relleno presionando un poco con una cuchara y cerramos la torta con la masa que sobresalte por los lados de la bandeja (la masa es muy elástica, así que no tengáis miedo en estirarla un poco con las manos para que coincidan las extremidades a la hora de cerrarla).
Untamos con un poco de aceite la superficie superior de la torta (Foto 4) y la pinchamos con un tenedor para que la masa durante la cocción no suba.
La ponemos en el horno a unos 200ºC por 30-40 minutos. Estará lista cuando la superficie esté bien dorada.
Dejar enfriar un poco la torta antes de servirla. Es mejor comerla tibia o incluso fría.
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