Pimientos Amarillos Asados al Aroma de Satureja

Existen hierbas aromáticas que son un verdadero tesoro!! Conocerlas y saber como utilizarlas en la cocina te cambian la vida!! A veces tan sólo te hacen falta éstas para convertir un plato aburrido en algo excelente, para prescindir de grasas, mayonesas, salsas… y obtener igualmente un resultado muy sabroso y poco calórico.
Es verano, la huerta reboza de verduras fantásticas pero a nadie le apetece cocinar y ni siquiera comer cosas demasiado condimentadas!!
Entonces aquí tenéis una propuesta muy valiosa para disfrutar de unas verduras de temporada, sin volverse locos a los fogones y con un resultado de chuparse los dedos!!
Esta receta me la sugirió mi padre que entre otras cosas, por pasión, es un gran conocedor de plantas de cultivo como de plantas espontáneas, él me ha enseñado mucho sobre como utilizarlas en cocina y a saber combinar los sabores de los alimentos y de las hierbas aromáticas. La verdad es que este plato la primera vez que lo probé me asombró: es increíble como una sencilla hierba pueda dar un toque de gusto extraordinario a unos simples pimientos amarillos!!
Podéis preparar esta receta también con los pimientos rojos, pero yo os sugiero particularmente de utilizar los pimientos amarillos, pues tienen un sabor más dulce que proporcionan un contraste espectacular con el aroma de la satureja.

No hay que darle más vueltas… tenéis que probarlos y ya me diréis si os ha gustado esta combinación!!
Besos!!!

 

Ingredientes (para 2-3 personas):

3 pimientos amarillos
unas ramitas de satureja
aceite de oliva virgen extra c.b.
sal c.b.

Preparación:

Lavar los pimientos, cortarlos por la mitad (longitudinalmente) y sacar las semillas y el pedúnculo verde.
Poner los pimientos en una bandeja para el horno y condimentarlos con hojas de satureja, aceite y sal (foto 1).
Ponerlos a cocinar en el horno a 200ºC durante unos 20-25 minutos, hasta que estén listos.
Nada más: así de sencillos y así de deliciosos!!!

Consejo: los pimientos amarillos al aroma de satureja son perfectos para acompañar un plato de carne como por ejemplo el solomillo a las hierbas aromáticas, o para acompañar quesos, pescados, huevos… También se pueden servir como entrante.
Se pueden comer calientes o tibios, también se pueden poner en un sándwich o para rellenar una piadina romagnola!!! 

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